¡Ya nos estamos adaptando!


Ya han transcurrido cinco días desde nuestra llegada y cada vez notamos menos los efectos del jet lag. Y ya no sólo eso: cada vez las costumbres y hábitos de la vida americana nos empieza a costar menos.

Eso de desayunar tan pronto o no disponer de Cola-Cao o Nesquik (este último producto se puede encontrar en grandes superficies pero no es tan común como en España…el Cola-Cao directamente es una quimera) no nos parece tan grave. En vez del tradicional desayuno español, los alumnos han tenido que catar otras opciones igual de apetitosas: huevos, bacon (siento decir que aquí hacen el bacon mucho mejor que en España), bagels, salchichas y cereales.

Diréis ¿a caso el monitor de vuestro hijo/a piensa que no tenemos cereales en España? Si tenemos pero ni mucho menos con la variedad que tienen aquí y es tan fácil comprobarlo si visitas un supermercado como Walmart como algunos ya han tenido ocasión de conocer..la cantidad de variedad es verdaderamente alucinante. Y lo de las cenas entre las cinco y siete también ha costado pero nuestros estómagos ya nos pide comida a esas horas.

Otra cosa que les ha costado mucho ha sido la comunicación. Muchas familias de acogida me contaban que al principio era común que los chavales contestaran con un si a preguntas que seguramente no entendían bien por nerviosísimo o bien porque los americanos hablaban demasiado rápido y no querían crear una situación incómoda.

Es el ejemplo de Iván que fue un restaurante con 122 tipos de hamburguesas. Al pedir la hamburguesa tuvo la opción de pedirlo con patatas fritas (French Fries) o patatas fritas de bolsa (chips). Pidió chips cuando realmente quería French fries aunque la madre de acogida intentó en vano advertirle jajaja…cosas que pasan no solo a Iván si no a casi todos del grupo. Pero conforme pasan los días ya se acostumbran al inglés de sus familias y ya se atreven a pedirles hablar más despacio.

Entre los sucesos de estas últimas horas cabe destacar el cumpleaños de uno de nuestros dos Alvaros que cumplió 16 años y su familia le regaló una tarta de cumpleaños.

¡Felicidades con atrasó también  a su familia española! Y también hay que felicitar a Carlos que con sólo 13 años cocinó una tortilla de patatas a su familia..¡absolutamente entrañable!

 

Elena aprendió a hacer pasta (que buena pinta tiene!!)

 

Samuel fue al acuario, Andrea al camping, Nerea U a la playa….¡Como veis, no paran..las familias están totalmente entregados! 

¡Un abrazo!

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