Los irlandeses son personas abiertas y simpáticas por naturaleza, de ahí las similitudes entre nuestros caracteres. Fomentan un ambiente familiar y hogareño donde hacen que el estudiante extranjero se encuentre como en casa.
Es una cultura que se caracteriza por su amabilidad y hospitalidad, por lo que los participantes se adaptan con mayor facilidad y por ello el proceso de adaptación es relativamente fácil.
Irlanda es también un país bonito. Verde por todas partes y con muchas cosas por descubrir: paisajes naturales sorprendentes, Dublín, Cork, acantilados…el programa incluye un gran número de actividades culturales y deportivas incluidas en el precio.